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Orando como un hijo de Dios

¿Quién puede orar verdaderamente? ¿Y cómo debemos acercarnos a Dios cuando oramos? En esta lección, descubrimos por qué Jesús comenzó su modelo de oración con la palabra Padre. Lejos de ser una fórmula vacía, esta palabra revela una relación exclusiva, una identidad espiritual y una actitud apropiada para la oración. Jesús nos enseña que solo quienes han sido adoptados por Dios pueden dirigirse a Él con confianza, pero también con reverencia. Acompáñenos mientras aprendemos lo que significa orar como verdaderos hijos del Padre celestial.

La estrategia perfecta de Dios

Hay momentos en que la vida parece un juego sin salida, como si todo conspirara en contra. Sin embargo, lo que vemos como obstáculos, Dios los acomoda como parte de Su plan. En el relato de Ester, Amán preparó su mejor jugada para destruir al pueblo de Dios, pero el verdadero Estratega ya había preparado el desenlace. La reina se levantó con valentía y el enemigo fue desenmascarado. Así también en nuestra vida, la providencia divina está obrando incluso en los detalles más pequeños. Aprendamos juntos a confiar en que Dios nunca se equivoca en Sus movimientos y siempre cumple Su propósito perfecto.

Un mensaje de esperanza

La historia de Ester nos recuerda que incluso en los momentos más oscuros, Dios está obrando de maneras que a menudo no alcanzamos a ver. Cuando todo parecía perdido para el pueblo judío, un nuevo edicto trajo luz, gozo y esperanza. Ese mismo Dios sigue siendo fiel hoy, guiando nuestros pasos aun en circunstancias que parecen imposibles. Reflexionemos en cómo Su providencia transforma la desesperanza en confianza, y cómo Su poder puede llenar nuestro corazón de seguridad y propósito. Le invito a descubrir cómo la esperanza en Dios no solo cambia nuestra perspectiva, sino también nuestra manera de vivir cada día.

Santificando el nombre de Dios

La oración que Jesús enseñó comienza con una frase que muchos repiten, pero pocos comprenden: “santificado sea tu nombre”. Esta expresión, lejos de ser una fórmula religiosa, revela una prioridad divina que debería moldear nuestra vida entera. ¿Qué significa realmente santificar el nombre de Dios? ¿Cómo se relaciona eso con nuestra conducta diaria y nuestro testimonio ante el mundo? En este estudio descubriremos que no basta con orar correctamente, sino que debemos vivir de manera que su nombre sea reverenciado. Le invitamos a escuchar esta enseñanza que nos reta a representar dignamente al Dios que llamamos Padre.

Rindiéndome a la voluntad de Dios

Cuando Jesús enseñó a orar “venga tu reino, hágase tu voluntad”, nos entregó una declaración de entrega total. Esta parte del Padre nuestro nos llama a reconocer quién es el verdadero Rey, y a confiar en que sus planes son mejores que los nuestros. En este mensaje descubriremos lo que significa orar de esta manera, y cómo esa actitud puede cambiar por completo nuestra forma de relacionarnos con Dios. Lo invitamos a escuchar este estudio y a reflexionar: ¿de verdad desea que se haga la voluntad de Dios?

Orando por nuestro pan diario

A veces pensamos que orar es solo para grandes asuntos espirituales, pero Jesús nos enseñó que podemos pedir a Dios lo más básico: nuestro pan de cada día. Con estas palabras, nos llama a vivir en dependencia diaria de nuestro Padre celestial, reconociendo que Él se interesa tanto por lo eterno como por lo cotidiano. En este mensaje, veremos cómo esta sencilla petición confronta cuatro áreas de nuestra vida: la ansiedad, la arrogancia, la independencia y la ingratitud. Descubramos juntos cómo orar de esta manera no solo nos acerca más a Dios, sino que transforma nuestra forma de enfrentar cada día.

Perdónanos nuestros pecados

No faltan consejos para “quitar” la culpa; Jesús dio una petición breve que ordena el corazón. En esta enseñanza distinguimos entre el perdón que nos salva y el perdón diario que restaura la comunión. Veremos por qué no se trata de acumular méritos, sino de confesar “diciendo lo mismo” que Dios dice, y qué hábitos pueden ayudarte a orar con honestidad. Sin anticipar todas las respuestas, presentaremos ejemplos y una guía práctica para usar esta petición en situaciones reales. Acompáñenos y considere el siguiente paso para volver a disfrutar la cercanía con el Padre. Hablaremos de obstáculos comunes y de cómo retomar el camino con sencillez.

Desafiados a perdonar como Jesús

Perdonar no es simplemente pronunciar una oración; es demostrar con la vida lo que hemos recibido de Dios. En la enseñanza de Jesús, el perdón ocupa un lugar sorprendente y desafiante: no se trata de algo que podamos mantener en lo privado, sino de una realidad visible que transforma nuestras relaciones. Esta petición nos recuerda que, como hemos sido perdonados, estamos llamados también a perdonar. El desafío es grande, pero la gracia de Dios nos capacita para vivirlo cada día. Acompáñanos en este estudio, y aprendamos juntos cómo el perdón verdadero se convierte en una evidencia de nuestra fe.

El evangelio según Ester

A primera vista, el libro de Ester parece un relato lejano a nuestra realidad. Sin embargo, al observarlo con atención, encontramos que ilustra con sorprendente claridad la verdad del evangelio. Ester nos recuerda que toda la humanidad vive bajo un edicto de muerte, pero que Dios ha provisto un decreto mayor: la vida eterna en Cristo. Este estudio nos invita a ver nuestra condición y la gracia de Dios reflejada en las páginas de la Escritura. Descubramos juntos cómo esta historia antigua se convierte en un mensaje actual de esperanza, vida y reconciliación con Dios.

El sorprendente linaje de Jesús

La mayoría de quienes investigan su genealogía encuentran sorpresas: unos hallan personajes admirables, otros descubren episodios vergonzosos. Mateo capítulo 1 nos conduce a un árbol familiar que no oculta nada: en la genealogía de Jesús hay reyes justos y malvados, hombres de fe y también de fracaso. Pero en medio de esa historia llena de luces y sombras, resalta la fidelidad de Dios que cumple sus promesas. Este estudio nos recuerda que, aunque venimos de un pasado imperfecto, la gracia de Cristo nos abre un futuro seguro. Acompáñenos a descubrir cómo Dios escribe su plan de salvación en medio de la fragilidad humana.

Escapando de la tentación

Seguir a Cristo no significa caminar por un sendero seguro, sino avanzar cada día al borde del peligro. La tentación siempre está presente, y justo cuando pensamos que estamos más fuertes, nos damos cuenta de nuestra fragilidad. Jesús nos enseñó a orar con la conciencia de que solos no podemos resistir, y que necesitamos clamar a nuestro Padre para que nos guarde del mal. Esta petición final del Padre Nuestro es un recordatorio de dependencia, rendición y confianza. Descubramos juntos cómo hallar verdadera libertad al someternos a los caminos de Dios, que siempre son buenos, agradables y perfectos.

Verdades que transforman tu oración

Orar bien no depende de fórmulas, sino de quién es Dios y de cómo nos acercamos a Él. En este programa exploramos verdades que atraviesan toda la oración que Jesús enseñó y que pueden renovar tu manera de hablar con el Señor: elevan la mirada, ordenan las prioridades y vuelven práctica la palabra “Amén”. Encuentra dirección bíblica y ánimo fresco para orar cada día en esta guía clara, sencilla y esperanzadora.