Es facil ir por la vida cristiana como si fuera un camino seguro y apacible, sin notar que cada día enfrentamos una batalla espiritual real. Las Escrituras nos llaman a mantenernos vigilantes para no retroceder en nuestro crecimiento ni ceder ante el engaño. Este mensaje nos recuerda que no podemos darnos el lujo de vivir distraídos o confiados, sino que debemos cuidar nuestro andar, firmes en la verdad y con una fe activa que resista la presión. Acompáñenos y descubramos juntos cómo vivir despiertos y fortalecidos, avanzando con confianza en medio de un mundo que constantemente busca desviar nuestra mirada de Cristo.