Así como el cuerpo necesita chequeos médicos para detectar problemas y prevenir enfermedades, el alma también requiere evaluaciones regulares. Dios, el Gran Médico, utiliza Su Palabra para examinar nuestras actitudes, acciones y motivaciones. Proverbios 6:16-19 actúa como una radiografía espiritual que revela áreas donde es necesario sanar y crecer. Aunque este proceso puede ser incómodo, es esencial para vivir de una manera que agrade al Señor.
1. El llamado a examinar el orgullo
Los “ojos altivos” reflejan un espíritu que mira a otros con desprecio, una actitud que Dios aborrece porque imita el corazón del enemigo.
Reflexión: La humildad abre la puerta a relaciones saludables y honra a Cristo.
¿Hay actitudes de orgullo en mi vida que necesito someter al Señor?
2. El llamado a examinar la verdad en nuestros labios
Dios odia la lengua mentirosa porque la mentira desfigura el carácter de Cristo en nosotros. Decir la verdad, aun en lo pequeño, es vital.
Reflexión: La veracidad nos hace más semejantes a Cristo y nos aparta del engaño del mundo.
¿Soy consciente de cómo uso mis palabras para edificar o engañar?
3. El llamado a examinar nuestras acciones y relaciones
Las manos que dañan, los pies que corren al mal, los corazones que planean injusticia y las divisiones que se siembran son síntomas graves de una vida desalineada con Dios.
Reflexión: Vivir para edificar y unir refleja el carácter de Cristo.
¿Dejo tras de mí rastros de sanidad y bendición, o heridas y conflictos?
Frase clave del estudio
El Gran Médico examina cada área de nuestra vida, no para condenar, sino para sanar y transformarnos en reflejo de Cristo.
Versículo para meditar
“Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos.”
—Salmo 139:23
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