Hola, soy yo… tu Biblia.
Me alegra que hayas apartado unos minutos de tu día para escuchar lo que tengo que decirte, porque creo que muchas personas realmente no me entienden. Pero como has tenido la curiosidad de detenerte a escuchar, aquí te comparto 10 cosas que quiero que sepas sobre mí:
1. Soy un libro, y los libros son para leerse.
Sé que me veo muy ordenada y bonita en el estante, pero no fui creada para ser un adorno. Fui hecha para que me lean. Solo cumplo mi propósito si me abren y me leen. ¡Para eso están los libros!
2. Soy un libro, y debo ser leído como tal.
¿Por qué soy el único libro que la gente abre solo para leer uno o dos versículos? No se hace eso con otros libros. Yo también tengo un contexto, un principio, un desarrollo, un mensaje completo. Para entender lo que estas leyendo, necesitas verlo dentro del todo. En otras palabras, trátame como tratarías cualquier otro libro.
3. Aunque soy un libro, no soy un libro cualquiera.
Sí, utilizo lenguaje humano, estructura literaria y sigo las reglas de la escritura. Pero no olvides que soy también la Palabra de Dios. No fui inventada por el ser humano. Dios guió personalmente a los autores mientras escribían cada palabra que hay en mí (2 Pedro 1:20–21). Así que, aunque soy un libro y debes leerme como tal, no me trates como a cualquier otro libro.
4. Entenderme requiere esfuerzo.
Fui escrita en un período de más de 1,500 años, en tres idiomas distintos (hebreo, arameo y griego), cada uno con su trasfondo cultural. Muchas personas me leen sin considerar el contexto cultural en el que fui escrita, pero eso es clave para entender mi mensaje. El verdadero significado de mis palabras se encuentra en lo que el autor quiso decirle a su audiencia original. Solo así podrás aplicar mi mensaje a tu vida hoy. Así que, sí, a veces entenderme tomará trabajo… pero vale la pena.
5. Valgo el esfuerzo que requiere entenderme.
Habrá ocasiones en que leerás algo en mí y pensarás: “No tengo idea de lo que esto significa”. Pero cuando finalmente lo comprendas, será profundamente gratificante. Quizás tengas que estudiar durante horas para entender un pasaje, pero la recompensa será aún mayor: crecerás en sabiduría y podrás aplicar la verdad con precisión. Te aseguro que será una de las experiencias más enriquecedoras de tu vida.
6. Contengo todo lo que necesitas para vivir.
Solo yo tengo todo lo necesario para guiarte hacia una vida piadosa y provechosa (2 Timoteo 3:16). A través de mí, tienes acceso a todo lo que necesitas para vivir con propósito y santidad (2 Pedro 1:3). Dios me diseñó para ser suficiente. En mí encontrarás respuestas a las preguntas más importantes de la vida.
7. Aunque te muestro cómo vivir, no puedo vivir por ti.
He visto a muchas personas leer mis palabras y luego seguir viviendo como si nada. Obedecer lo que enseño requiere disciplina y entrega. Dios te ha dado Su Espíritu para ayudarte, pero debes estar dispuesto a morir a ti mismo para vivir conforme a lo que aquí se encuentra. Yo no puedo hacerlo por ti.
8. Te muestro cuál es la voluntad de Dios para tu vida.
¿No es maravilloso? Mientras muchos se preguntan qué hacer con sus vidas, yo ofrezco un testimonio claro de lo que Dios ha hecho en la historia… y lo que espera de ti en respuesta. De hecho, si tienes acceso a mí y no buscas entender la voluntad del Señor (Efesios 5:17), estás perdiéndote una gran oportunidad.
9. Jesús dijo que soy el medio por el cual serás santificado.
Dios usa mis palabras para transformar tu vida (Juan 17:17). Tengo un papel fundamental: te purifico, te confronto y te muestro cómo debes cambiar para alinearte con la voluntad de Dios. El Espíritu Santo usa mi mensaje para hablar a tu corazón y acercarte a Él.
10. Para entenderme de verdad, debes dejar atrás el pecado y acercarte con humildad.
Uno de los mayores obstáculos para comprenderme es el pecado no confesado. Hay quienes dicen que quieren conocerme porque desean acercarse a Dios, pero no están dispuestos a dejar ciertos pecados. Santiago 1:21 dice que, para recibir mi mensaje, primero hay que dejar atrás el pecado y acercarse con un corazón humilde.
Eso es todo, al menos por ahora. Diez cosas que me gustaría que más personas supieran sobre mí.
Recuerda: fui creada para ser leída. Tenerme a tu alcance es un privilegio… así que, ¡no olvides leerme seguido!
