
Culpables pero defendidos por Cristo
¿Puede Dios seguir perdonándonos cuando fallamos una y otra vez? ¿Hasta cuándo defenderá nuestra causa? En este mensaje de 1 Juan, descubrimos una de las verdades más reconfortantes para el creyente: cuando pecamos, Jesucristo mismo intercede por nosotros ante el Padre. Él no excusa nuestra culpa, sino que la asume con su justicia. Aunque el acusador nos señale, Cristo nunca deja de defendernos. Esta enseñanza nos invita a caminar en la luz con humildad, gratitud y confianza renovada en la obra de nuestro Salvador.