
Testigo del Dios encarnado
En un mundo donde la espiritualidad se ha vuelto una cuestión de gustos personales, la primera carta de Juan nos lleva de regreso al testimonio de alguien que realmente estuvo allí. Un testigo ocular que vio, oyó y tocó a Jesucristo… y que proclama con autoridad que Él es la única verdad. Descubramos cómo ese testimonio cambia nuestras relaciones, nos reconcilia con Dios y nos llena de un gozo que apenas comienza aquí… pero será completo en la eternidad.